La casquería es una pieza clave para la sostenibilidad en la gastronomía, al permitir un uso más eficiente de los recursos alimentarios, reducir el desperdicio y promover una alimentación más consciente y respetuosa con el medio ambiente.
Casquería se refiere a la venta y consumo de las vísceras y otras partes del animal que tradicionalmente se consideran residuos o menos atractivas, como el hígado, los riñones, el corazón y las tripas. En muchas culturas gastronómicas, estas partes tienen un valor culinario importante, pero en otros lugares a menudo se subestiman o desperdician.
Sostenibilidad en la alimentación busca reducir el impacto ambiental, promover el aprovechamiento integral de los recursos y disminuir el desperdicio de alimentos.
La casquería no solo es una opción deliciosa y nutritiva, sino también una forma de contribuir a la sostenibilidad, al reducir el impacto ambiental asociado a la cría intensiva de animales y evitar la generación de residuos innecesarios.
Además, la casquería es una fuente importante de proteínas, hierro y vitaminas esenciales, lo que la convierte en una alternativa saludable y asequible a otros cortes de carne.

¿Cómo está la casquería vinculada a la sostenibilidad?
1. Aprovechamiento completo del animal: Utilizar todas las partes del animal evita el desperdicio y maximiza el valor de cada ejemplar, reduciendo la necesidad de criar más animales.
2. Reducción del impacto ambiental: Al aprovechar partes que serían descartadas, disminuye la huella de carbono y el impacto ecológico asociados con la producción de carne.
3. Valor nutricional: Las vísceras son ricas en nutrientes, proteínas, vitaminas y minerales, lo que fomenta una alimentación saludable y diversificada.
4. Cambio de percepción cultural: Promover valor y respeto por todas las partes del animal ayuda a cambiar la percepción negativa hacia la casquería, fomentando prácticas más sostenibles y éticas.
5. Prácticas tradicionales y sostenibilidad: Muchas cocinas tradicionales ya aprovechan estos ingredientes, y su revaloración puede contribuir a prácticas alimentarias más responsables.